
En la Convención Nacional del Partido Republicano del año
1860, Lincoln se enfrentó a varios pre-candidatos republicanos poderosos que
aspiraban a la Candidatura Presidencial del partido. En la tercera votación de
la Convención, efectuada el 16 de mayo de 1860, Lincoln derrotó a sus compañeros
de partido y se convirtió en el candidato oficial del partido para la Presidencia
de los Estados Unidos.
En las elecciones presidenciales del 6 de noviembre de 1860
Lincoln obtuvo el 39,82% de los votos. Los tres opositores de Lincoln sumaban
casi tres millones de votos contra los menos de dos millones de Lincoln, pero
en el Colegio Electoral Lincoln tenía 180 Grandes Electores contra los 123 que sumaban sus opositores (se
necesitaban 152 para ganar). Así que Lincoln fue el vendedor y quedó elegido
presidente. Los objetivos de su presidencia eran los de su partido, que consistía en
lo que Henry Clay llamó el “Sistema Americano”, que era una política aduanera
proteccionista, mejoras internas (inversiones públicas en infraestructuras), y
una política bancaria inflacionista.
La noche del 14 de abril de 1865, un miércoles, sin el
general y su esposa, Lincoln y Mary Todd salieron para asistir a una representación
en el teatro Ford. Cuando Lincoln se sentó en el palco, John Wilkes Booth, un
actor de Maryland, apareció por detrás y disparó un único tiro con una pistola
Deringer a la cabeza del presidente. El presidente, mortalmente herido y tras
ser haber atendido por el joven médico militar Charles August Leale, fue
llevado a una casa atravesando la calle donde entró en coma. A las siete de la
madrugada, Lincoln expira sin haber recobrado el conocimiento hasta que
falleció diez horas después del atentado. El cuerpo de Lincoln fue llevado en
tren en una magnífica procesión fúnebre por varios estados. La nación se
afligió por un hombre al que muchos consideraron el salvador de los Estados
Unidos.
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